Alguien sáqueme a Syd de la cabeza y al otro tipo del corazón.
Te escribí un poema de amor que es una maldición. O al revés.
Si ya saben cómo soy para qué andan conmigo.
Te escribí un poema de amor que es una maldición. O al revés.
Si ya saben cómo soy para qué andan conmigo.
Si escuchas hablar que han muerto,
no preguntes quién murió;
pues tan lejos de tu mano,
¿quién puede ser, si no yo?
.
Adiós, idiota, me voy a matar. Besos.
Quítale el «Besos», es excesivo.
Volví. No.
He vuelto.
Te traje unos cerillos. Creo que deberías empezar a fumar, como que te combina.
Acuérdate de mí cuando
No importa. Vine a pedirte mis cosas. Los libros puedes quedártelos, pero la jarana y la libido, no.
Ya me tengo que ir a la chingada, sólo pasé a saludar. Es que dejé mal estacionada la pena y a esta hora me dan unas ganas terribles de rascarme la melancolía.
Los cigarros cómpratelos tú.
Si un día me muero, quemen mi blog.