(Encontré MÁS poemas de cuando tenía 17 años y me decían «jovenpromesadelapoesía». Se los comparto ahora que tengo 22 y ya nomás me dicen «titúlate»).
.
El Hombre-Pájaro
Existe un hombre pájaro
que por las noches
llora con los sauces
y canta al oído
a las muchachas
que se han quedado dormidas
escuchando crecer la yerba.
Su plumaje
está compuesto
por poemas chamuscados.
Es inútil su captura.
El hombre-pájaro
no puede vivir en cautiverio
por mucho tiempo.
Quema la rama
sobre la que se posa.
Corta sus alas
para que
yo no pueda
mutilarlo antes.
Su voluntad es volátil.
Y su fuego,
ay, el fuego.
.
El ornitólogo
Mi ornitólogo sonríe
pero jamás hace ruido:
ha sacrificado la carcajada
por su vocación silenciosa.
En su cuaderno guarda
celosamente
los bocetos
de mis cicatrices.
Sus dedos de arcilla,
de espera templada,
cantan en vez de su garganta
y estas plumas
quedan ahora mejor
bajo su mano.
El ornitólogo nunca olvida
que tengo alas
hasta que me ha metido
en su jaula.
No cierra la puerta.
Aún así,
yo creo
que nunca olvida
que tengo alas.
Yo tampoco.